Atravesar una enfermedad e iniciar un tratamiento suele despertar
muchas dudas. A continuación, te presentamos algunas preguntas
frecuentes que pueden surgirte como paciente:
¿Debería preocuparme por comenzar tratamiento con insulina?
Comenzar el tratamiento con insulina es un gran paso a pesar que
sientas cierto grado de frustración porque el tratamiento anterior no
tuvo buenos resultados. Tal vez otra preocupación que tengas es pensar
que las inyecciones sean dolorosas o incómodas. En relación a
esto, hay una buena noticia: ¡comenzar a recibir insulina puede
traer beneficios para tu salud y para tu estilo de vida! Es muy
probable que incorporarla a tu rutina sea más fácil de lo que pensás,
¡y no tan traumático! Si bien hay mucho por aprender, también existen
una gran cantidad de recursos para ayudarte en este camino.
¿Cómo me aplico insulina?
La insulina es un medicamento inyectable. Está compuesto por
la hormona insulina en solución suspendida. Lamentablemente
no hay posibilidades de tomar insulina en comprimidos debido a que el
sistema digestivo la disolvería antes de que comience a funcionar. Un
dato valioso es que la mayor parte de los pacientes con diabetes
tipo 2 usan un aplicador en forma de lapicera que les sirve para
administrar la insulina. Se trata de aplicadores diseñados de
tal manera que son discretos, de fácil uso, y las inyecciones casi no
producen dolor.
Estos dispositivos pueden ser precargados (descartables)
o recargables (reutilizables) y hay diferentes gamas que se
adaptan a las distintas necesidades, incluso algunos tienen una aguja
oculta.
Tu médico te dirá cuál es el aplicador adecuado y te dará el
cronograma de inyecciones que mejor se adapte a tu estilo de vida. Te
va a mostrar, también, cómo hacer para administrarte las
inyecciones.
¿Cómo se verá afectada mi vida cotidiana cuando comience el tratamiento
con insulina?
El tratamiento con insulina no debe afectar tu vida. Simplemente
porque una vez que hayas aprendido a manejar la técnica de cómo
inyectarte vas a ver que hacerlo te tomará uno o dos minutos, nada
más. La inyección te la podés aplicar en cualquier sitio. Los
aplicadores de insulina son prácticos, discretos y fáciles de transportar.
La insulina no necesita estar en la heladera todo el tiempo. Sin
embargo es necesario que la almacenes con una temperatura de
entre 2 °C y 8 °C (entre 35 °F y 47 °F). Lo que se
llama indicador o cartucho de insulina desechable durará
cuatro semanas a temperatura ambiente: (no más de 30 °C) o en la
heladera (entre 2 °C y 8 °C).
Importante: Se recomienda que el aplicador no quede en el auto o en
cualquier lugar en el que pueda estar muy caliente o muy frío.
¿Cuáles son los beneficios de recibir insulina?
La insulina te ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre.
Esta mejoría en el control de la glucosa actúa de manera positiva en
tu estado anímico y en cómo te sentís. Del mismo modo, juega un papel
importante en tu capacidad de concentración y en los niveles de energía.
¿Qué sucede con los episodios de hiperglucemia?
La hiperglucemia es el momento en que el nivel de azúcar sube,
entonces si la glucosa está alta puede ser que no te sientas del todo
bien. De igual manera, no te alarmes si te pasa esto porque
existen signos de advertencia a los que tenés que prestarles
atención. Ellos te indican si hay un incremento del azúcar. Estos
signos pueden ser: sed, hambre y orina frecuente. En
consecuencia a estas sensaciones aparece la ansiedad, por lo cual
aprender a lidiar con ella es fundamental. El tratamiento con insulina
es muy beneficioso ya que podés controlar los niveles de azúcar en
sangre, si tenés episodios
de hipoglucemia o hiperglucemia, tu médico te guiará en
cuanto al ajuste de dosis.
¿Aumentaré de peso?
Con frecuencia las personas que comienzan el tratamiento con insulina
aumentan de peso, pero la cantidad del aumento varía de una persona a
otra. Sin embargo, hay pacientes que no suben de peso. ¿Por qué? La
respuesta a esta pregunta es que cuando la diabetes no está bien
controlada, el exceso de azúcar en sangre se elimina con la orina.
Comenzar a tratarse con insulina mejora la capacidad del cuerpo
para absorber la glucosa de los alimentos. Lo que no se usa de esa
glucosa, se almacena como grasa. Si esto pasa, entonces podés aumentar
de peso aunque comas la misma cantidad que antes. Otro factor que hace
que aumentes de peso es consumir más snacks para evitar la
hipoglucemia.
¿Cómo puedo evitar el aumento de peso en el tratamiento con insulina?
Hacé ejercicio regularmente.
Seguí una dieta
equilibrada y saludable.
Hacé un seguimiento de tu peso de
manera semanal cuando comiences a recibir insulina.
Monitoreá el azúcar en sangre para saber si tenés que comer un
snack o no es necesario.
Si tenés dudas o preguntas, consultá siempre con tu médico.