“Cuanto más regularmente monitoree sus niveles de azúcar en sangre, más saludable será el estilo de vida que lleva”.
Viajar y conducir con diabetes tipo 2
Si vive con diabetes, este es mi primer consejo: concéntrese en los aspectos positivos. ¡Está con vida! La diabetes alterará su vida, sí, pero su enfermedad es algo que usted controla, no al revés.
Viajar es, para muchas personas, una parte importante de la vida. Ya sea que simplemente esté viajando al trabajo o volando al extranjero para explorar las partes más remotas del mundo, es esencial poder llegar de A a B.
Ser móviles e independientes nos permite hacer todo, desde resolver los problemas más sencillos hasta perseguir el mayor propósito. En otras palabras, este es un asunto importante, casi tan importante como hacer bien su plan de comidas y tener acceso a medicamentos y servicios de atención médica.
Cómo vivir con diabetes cuando viaja
Comencemos con lo básico. Cuando viaja, ya sea por aire, mar o tierra, expone todo su ser a entornos donde las condiciones para su bienestar son desconocidas o impredecibles. En estas situaciones, cuando su cuerpo necesite asistencia, usted será menos capaz de brindársela.
Pero con un poco de preparación, puede anticipar la mayoría de los
desafíos que probablemente se presenten en su camino, y enfocarse en
la alegría, y no en el riesgo, de viajar. Profundizaremos sobre esto
en las siguientes secciones.
Este es un consejo que se aplica independientemente de si usted es
insulinodependiente o no: cuando viaje, asegúrese de controlar sus
niveles de glicemia regularmente con un medidor de glicemia; digamos,
cada 2 o 3 horas. Según la tendencia de sus niveles de glicemia, su
monitoreo puede indicarle que es hora de inyectarse insulina o de
comer un refrigerio con carbohidratos de acción rápida.
Acostumbrarse a controlar sus niveles de glicemia regularmente funciona como una póliza de seguro. Cuando invierte en tomar el control total, la recompensa es una mayor libertad para hacer planes (y cumplirlos), ser espontáneo y divertirse. Lleva un poco de tiempo y compromiso, pero vale la pena.
Cómo abordar el conducir con diabetes
Pocas cosas les dan a las personas una mayor sensación de libertad que ponerse al volante de un automóvil y arrancar. Es posible que necesite el automóvil para viajar al trabajo por la mañana, salir a comprar comestibles o hacer una escapada de fin de semana. Muchas personas también conducen un automóvil o camión como parte de su trabajo.
Este es mi consejo: cuando conduzca su automóvil, sin importar
adónde, empaque con previsión. Según lo que lleve en su automóvil,
puede convertir sus síntomas de diabetes en algo apenas mayor que una
señal momentánea en sus niveles de glicemia y evitar la
hipoglicemia.
Un poco de información sobre la hipoglicemia: los síntomas de hipoglicemia tienden a ocurrir cuando los niveles de glicemia caen por debajo de 70 miligramos por decilitro de sangre (3,9 mmol/l). Los síntomas hipoglicémicos frecuentes incluyen los siguientes:
- Sensación de sueño
- Palidez
- Sensación de mareo
- Hambre
- Temblores
- Sentir ansiedad
- Sudoración
- Mal humor
- Frecuencia cardíaca irregular
No hace falta decir que debe tener el control total de su cuerpo cuando conduce un automóvil, por lo que la hipoglicemia es algo que debe evitar.
“Controle sus niveles de glicemia antes de subirse al automóvil. No se trata solo de su obligación. Se trata de su obligación legal ”.
Antes de partir, asegúrese de abastecerse de lo siguiente:
- Medicamentos adicionales
- Botellas de agua
- Carbohidratos de acción rápida como
- Comprimidos o bebidas de glucosa
- Refrescos con azúcar
- Dulces
- Pan blanco
- Galletas
Aquí, los “carbohidratos de acción rápida” se refieren a los
alimentos que causan un aumento rápido en sus niveles de azúcar en
sangre. En el índice glicémico, que va de 0 a 100, estos alimentos
ocupan el intervalo de 70 a 100.
Un par de consejos adicionales: controle sus niveles de glicemia inmediatamente antes de sentarse al volante y siga controlándolos cada dos horas durante el transcurso de su viaje.
Por último, consulte la lista anterior y preste atención a los síntomas que presenta cuando sus niveles de azúcar en sangre disminuyen. En el futuro, estará más consciente de cómo reacciona su cuerpo, y es posible que pueda detectar antes que sus niveles de glicemia están disminuyendo.
De más está decir que, si se producen síntomas de hipoglicemia
mientras está al volante, debe detenerse en un lugar seguro y no
continuar su viaje hasta que su nivel de azúcar en sangre esté
regulado.
Cómo viajar en avión con diabetes
Aquí tiene otro consejo: cuanto más largo sea su viaje y más lejos vaya, más deberá planificar con anticipación. Escriba una lista de verificación e incluya todo lo que pueda necesitar para transitar cada parte del viaje. Independientemente de su salud, los viajes aéreos modernos pueden causar estrés en el cuerpo. Esto debe tenerse en cuenta cuando se prepare para su viaje.
“Prepare una lista de verificación para usted. Y lleve suficiente medicamento para que le dure todo el viaje, y un poco más”.
Siempre aborde un vuelo con medicamentos en su equipaje de mano, de preferencia un poco más de lo que necesita exactamente. Si usted es insulinodependiente, pídale de antemano a su médico que escriba una carta en la que se alerte al personal de la aerolínea sobre su necesidad de llevar insulina, jeringas y otros suministros. Lleve la carta de su médico y sus recetas. Además, asegúrese de que los frascos de comprimidos y los viales de insulina lleven etiquetas de farmacia legibles. Estas cosas lo pondrán en una posición mucho más fuerte si se le pide que explique su necesidad de llevar artículos médicos a un vuelo.
Cuando se embarque en un vuelo a una zona horaria diferente,
registre la hora a la que toma su medicamento y el lugar donde lo hace
para no confundirse con el cambio de hora local. El hecho de que su
día se “acorte” o “extienda” por viajar a través de zonas horarias
puede desestabilizar su metabolismo. Por lo tanto, su trabajo es
mitigar este impacto y adaptarse con la mayor precisión posible al
nuevo cronograma y régimen. Y registrar su tiempo con precisión es
fundamental para ese fin.
Si es posible, mencione su viaje a su médico al menos un mes antes
de irse. De esa manera, su médico puede ayudarlo a planificar
cualquier cambio que tenga que hacer en su régimen de insulina.
Estos son algunos otros consejos si usted es insulinodependiente.
Mantenga la insulina fría y colóquela en una bolsa isotérmica para
minimizar el efecto de los cambios extremos de temperatura. También se
pueden usar paquetes de gel de hielo recongelables o un frasco
congelado o refrigerado para mantener fría la insulina. Asegúrese de
colocar una toalla de mano fina entre el dispositivo refrigerante y el
medicamento para no exponer la insulina directamente a temperaturas de
congelación, ya que esto alterará su eficacia.
Tenga en cuenta que el diagnóstico de diabetes aumenta el riesgo de
coágulos de sangre, también llamado trombosis venosa profunda (TVP). Y
ya sea diabético o no, los vuelos de 4 horas o más se han asociado a
un mayor riesgo de TVP. Para abordar ese riesgo durante un vuelo, le
sugerimos lo siguiente:
- Ejercite los pies, las pantorrillas y los tobillos, incluso mientras esté sentado.
- Camine a lo largo del pasillo cada 2 a 3 horas.
- Use calcetines de viaje, o calcetines o medias de compresión.
- Beba abundante agua.
- Evite el alcohol y la cafeína.
- No cruce las piernas.
Estos consejos pueden ayudar a reducir el riesgo de TVP durante los viajes aéreos.
“Investigue todo lo que pueda con anticipación. Analice los alimentos, los medicamentos, las condiciones sanitarias”.
Cómo lidiar con las diferencias culturales
Recibir un diagnóstico de diabetes no significa que no pueda viajar por el mundo. Si está visitando una cultura donde las costumbres y actitudes se desvían de su cultura local, puede encontrarse con reacciones sorprendentes e imprevistas a su diabetes. La población local puede, por ejemplo, pensar que las inyecciones médicas en público son un acontecimiento inusual y provocativo. Lo que se ha convertido en rutina y natural para usted puede ser un poco impactante o desagradable para otra persona.
Además de ser discreto y considerado con respecto a su entorno, investigue todo lo que pueda con anticipación:
- Tómese el tiempo para averiguar algo sobre la cultura alimentaria en su lugar de destino. ¿Qué les gusta comer a los lugareños? ¿Qué podría ser difícil de encontrar en supermercados y restaurantes? Cuando conoce los datos nutricionales de los alimentos comunes y los manjares, puede sumergirse más plenamente en la cultura.
- Si el país que está visitando utiliza diferentes unidades de medida (por ejemplo, usan onzas, pero usted está acostumbrado a gramos), haga una pequeña descripción general de las diferencias y llévelas en su bolsillo en todo momento. Convierta las medidas de tamaño de porción más comunes al sistema local, para tener una referencia rápida cuando esté decidiendo qué colocar en su plato.
- Las etiquetas de los alimentos varían en todo el mundo. Use Google u otro motor de búsqueda para buscar imágenes de etiquetas de alimentos del lugar adonde se dirige. Y practique usarlas para ahorrar tiempo cuando encuentre estos alimentos en su viaje.
- Consulte un diccionario en línea y busque las palabras locales correspondientes a glucosa, diabetes, nivel de azúcar en sangre, hipoglicemia e hiperglicemia, insulina y otros términos relacionados.
- Por último, su investigación debe centrarse en las condiciones sanitarias y la disponibilidad de medicamentos y profesionales de la salud en su destino.
¡Disfrute de su viaje y hospedaje!
“Sea lo más discreto y considerado posible mientras se inyecta, especialmente en una nueva cultura en la que puede verse como un poco impactante y descarado”.
Conclusión
En principio, no hay actividad a la que deba renunciar por completo cuando se le diagnostica diabetes. Pero es crucial desarrollar un buen sentido de sus propias reacciones metabólicas y emocionales a las cosas de las que disfruta o debe hacer en su vida.
Si su diagnóstico es reciente, intente suponer que no sabe nada sobre usted y que tiene que aprenderlo todo. Cuanto menos dé por sentado su cuerpo aquí y ahora, más aprenderá en el próximo minuto, y más rápido se adaptará a la vida con diabetes.
Esto también se aplica a las actividades relacionadas con los viajes. Al viajar, uno se abre al mundo. Para mantenerse lo más seguro posible, debe tomar ciertas precauciones. Sugiero que esté atento a su azúcar en sangre y bienestar general. Al planificar con anticipación y aprender de la experiencia, se pone en la mejor posición posible para cuidarse y pasar un buen momento dondequiera que esté.
Cada diagnóstico puede llevar a la preocupación de que no podrá
dedicarse a las cosas que ama, las cosas que agregan significado a su
vida. Estoy aquí para decirle que mientras viva con diabetes, aún
puede aprovechar casi todas sus actividades favoritas; simplemente
debe ser inteligente y cuidadoso al respecto. Comience tomando las
precauciones pertinentes, planificando con anticipación, haciendo su
tarea y disfrutando de todo con moderación.