Algunas personas sienten que la idea de administrarse inyecciones de
insulina es abrumadora y experimentan dificultades para afrontar el
problema. Hemos elaborado esta guía para personas con diabetes y sus
cuidadores, a fin de ayudarlos a sentirse más seguros al aplicar las inyecciones.
Es importante elegir el lugar correcto para inyectar. Los principales
lugares de aplicación de la inyección son los muslos, el abdomen
(estómago), las nalgas o la parte superior de los brazos.
- No debe inyectarse siempre en el mismo sitio
- Alternar los lugares de aplicación de las inyecciones le dará a
cada lugar la oportunidad de recuperarse adecuadamente y hará que
las inyecciones resulten más cómodas y eficaces.
- Una
rutina de rotación es dividir cada lugar de aplicación de las
inyecciones en mitades o cuartos y usar una mitad o un cuarto
diferente cada semana:
- Al comienzo de cada semana, muévase
en el sentido de las agujas del reloj a un dedo de distancia
del último punto de inyección.
Hable con su profesional de la salud sobre los lugares de
aplicación de las inyecciones y las rutinas de rotación que sean
adecuadas para usted.
Los objetos filosos, como las agujas, y los pinchazos pueden ser una
fuente de ansiedad. Cuando pensamos en inyectar insulina, a menudo,
recordamos las inyecciones para inmunización, las cuales se realizan
con una aguja más larga y más grande y se administran en el músculo.
Es importante saber que las agujas utilizadas para inyectar insulina
son mucho más pequeñas y más finas. Sin embargo, la ansiedad por tener
que inyectarse con agujas aún puede persistir. Estos son algunos
consejos y trucos que puede probar para ayudarlo a superarla.
Existen muchas razones por las que podría sentirse ansioso cuando se
enfrenta a las agujas. Intente comprender por qué se siente cómo se
siente con respecto a las agujas, lo que podría incluir lo siguiente:
- No querer inyectarse en público o frente a sus amigos
- Asociar las agujas con el fracaso o con la gravedad de su
enfermedad
- El miedo al dolor o a lastimarse
- Miedo a
las agujas específicamente
Encontrar una forma de relajarse ayudará con su ansiedad. Tómese un
momento en su día para practicar algún tipo de técnica de relajación,
como la respiración profunda o la meditación guiada (en forma de CD,
libros o aplicaciones móviles). También puede intentar incorporar una
de estas técnicas en su rutina de inyección:
-
Tome el control: escriba lo que le genera ansiedades respecto
de las inyecciones y califique los elementos en una escala del 1 al
10. Elija el aspecto menos preocupante y practique, practique y
practique hasta que se sienta normal. Luego, pase a lo
siguiente...
-
Distráigase: intente escuchar música o hablar con un ser
querido mientras se coloca la inyección para desviar la
atención.
-
Busque consejos de otras personas: Hable con otras personas
que viven con diabetes que se autoinyectan y averigüe cómo
enfrentaron la situación al principio. Busque foros de diabetes
locales en línea o póngase en contacto con su grupo local de
pacientes con diabetes para obtener más consejos y
asesoramiento.
-
Siga intentando: no todas las técnicas funcionarán para
todos. Para encontrar la que funcione para usted, siga probando
diferentes maneras de lidiar con la ansiedad causada por las agujas
o consulte a su profesional de la salud.
Recuerde que se necesita tiempo para sentirse cómodo con la
inyección; no se apresure.
Entendemos que no es fácil inyectarse; nadie disfruta de inyectarse
insulina todos los días. Pero cambiar algunas cosas básicas puede
hacer que el procedimiento de inyección sea más cómodo:
-
Asegúrese de que la piel esté limpia y seca. No es necesario
que use alcohol en la piel, a menos que haya estado en un hospital o
no pueda limpiarse la piel con agua y jabón común y secarse. Espere
a que el alcohol se seque completamente antes de inyectarse.
-
Inyecte insulina a temperatura ambiente. Es más cómodo que
cuando está fría. Intente recordar sacar la insulina del
refrigerador con tiempo antes de que la necesite.
-
“Anestesie” el lugar de la inyección. Usar una cuchara
congelada o un cubo de hielo envuelto en un paño, una crema
adormecedora comprada en la farmacia o incluso simplemente aplicar
presión con el pulgar en el lugar de aplicación de la inyección
durante unos segundos antes de la inyección puede hacer que la
inyección duela menos.
-
Cambie la aguja con cada inyección. Reutilizar la aguja
aumenta el riesgo de infección; además, las agujas nuevas son más
filosas y causan menos dolor.
-
Intente relajar los músculos del área de inyección.
-
Rote el lugar de la inyección con frecuencia para evitar daños en
los tejidos.